Royal County Down, o Newcastle, como también era conocido antiguamente por razón de la localidad en la que se ubica, ha sido invariablemente reconocido, desde que se empezaron a publicar los rankings de campos de golf, como uno de los mejores del mundo, en compañía de tan ilustre compañía como Cypress Point, Augusta National, el Old Course de Saint Andrews o Pine Valley.
Pues bien, dejando al margen lo que nos dicen esas clasificaciones, siempre subjetivas, cuando no interesadas, lo que no admite discusión es que es uno de los recorridos más bellos del mundo, hasta el punto de que, en ocasiones, no es fácil abstraerse del entorno para concentrarse en la tarea con los palos.
La panorámica en muchos de sus hoyos, con el telón de fondo de las montañas Mourne, y con la paleta de colores que proporcionan el mar, los greenes, el brezo y el tojo, en especial en época de floración, no puede dejar indiferente a nadie, ya sea aficionado al golf o un simple paseante perdido.
Pero la belleza del envoltorio no debe confundirnos: RCD es un soberbio campo desde el punto de vista golfístico, aunque también uno de los más complicados, a lo que contribuyen sus temibles y salvajes bunkers, numerosos tiros ciegos por encima de las dunas, y unos greenes movidos y rápidos que retan al mejor pateador.
En cuanto al recorrido en sí, pocos pueden discutir que los primeros 9 se hallan en una categoría superior, posiblemente inigualable en golf, hasta el punto de que cualquiera de ellos destacaría en cualquier recorrido del mundo. Aun así, yo particularmente destacaría el 1, tal vez por ser el inicio de esta fascinante aventura, o el 9, con su drive ciego sobre una duna, con la consiguiente emoción, o decepción, cuando se divisa la calle desde lo alto de aquélla.
Por su parte, los 9 de vuelta cuentan también con un puñado de hoyos extraordinarios, aunque es cierto que no alcanzan el nivel de grandeza de los primeros.
En definitiva, es evidente que County Down no puede faltar en cualquier itinerario por Irlanda del Norte, y, a pesar de que pocos conseguirán domarlo, el trayecto habrá merecido la pena para todos.