Presentación.

A lo largo del presente blog os relataré lo más destacado del viaje realizado a Irlanda en el mes de agosto de 2011 junto con otros tres amigos golfistas.

La idea del mismo era, fundamentalmente, la de jugar al golf tanto como pudiéramos y, en la medida de lo posible, compaginarlo con otro tipo de actividades, culturales, turísticas y de ocio.

En cuanto al itinerario, y dado que en anteriores viajes ya habíamos explorado distintos campos del Este y Sudoeste, decidimos dirigirnos al Noroeste de la isla, a los condados de Sligo y Donegal, ya que nos habían contado maravillas de los links de esta región y, por otro lado, nos atraía la idea de conocer una de las partes más remotas y rurales de Irlanda.

De este modo, trazamos, con la inestimable asistencia de Michael Bowe, de Irish Golf Tours, un programa que combinara algunos campos en los alrededores de Dublín, punto de llegada y salida de nuestros vuelos, con algunos de los mejores campos del Noroeste, y siempre a una distancia prudencial de nuestro centro de operaciones, la ciudad de Sligo. Finalmente, los elegidos en la zona fueron Enniscrone, Donegal y Rosses Point, tres links que no decepcionaron en absoluto nuestras expectativas.

Además, nuestra intención, y más en estos tiempos de crisis, era la de conseguir un presupuesto hasta cierto punto económico; en cuanto a este punto, quedamos más que satisfechos con el coste final de las vacaciones, que no excedió de 1.000 euros, incluyendo green fees, alojamiento en hoteles y coche de alquiler, algo en lo que tienen mucho que ver nuestros amigos de Irish Golf Tours. Y no por ello se resintió, ni mucho menos, la calidad de los campos programados, como sin duda habréis comprobado quienes hayáis tenido la suerte de jugarlos.

En definitiva, os traslado mis impresiones de un viaje que ya forma parte de mis mejores recuerdos golfísticos y que, si se da la oportunidad, espero repetir en años venideros.