CAMPOS EN EL SUDOESTE DE IRLANDA

El cuadrante sudoeste de la isla de Irlanda y, muy en particular, el condado de Kerry, ofrece al turista de golf una combinación casi imbatible de campos de extraordinaria calidad donde practicar su deporte y, a su lado, un sinfín de rutas e itinerarios de una belleza natural exultante.

La naturaleza orográfica de esta región es escarpada y atormentada como ninguna otra: allí,  las montañas se precipitan hacia al mar formando un litoral de contornos imposibles, con estrechas y abruptas penínsulas en las que se suceden altos acantilados y recónditas playas junto con bahías y estuarios que se adentran en la tierra cual auténticas lenguas de mar.

Y en esta remota región, que marca el punto más occidental de Europa, se hallan algunos de los recorridos que han situado a Irlanda como una referencia en el mundo del golf, tales como los míticos y venerables Ballybunion y Lahinch, y otros no menos destacables como Waterville, Tralee o Dooks, todos ellos caracterizados por una encantadora y, a la vez, áspera belleza, ofreciendo, entre sus altas dunas, un buen número de postales de ensueño.

Una postal de la costa de Kerry, en los alrededores de Waterville.

De este modo, la naturaleza y el golf se unen en esta parte del mundo para hacer de la misma un destino obligado si se decide poner rumbo a Irlanda.

– Algunos lugares e itinerarios de interés turístico.

Se proponen aquí, sin ánimo alguno de exhaustividad, algunas de las muchas posibilidades turísticas que ofrece la región, a fin de compaginar el deporte con otro tipo de actividades que no deberían ser pasadas por alto.

El anillo de Kerry.

Se trata de un itinerario que rodea la península de Iveragh, y que tiene como punto de salida y llegada la ciudad de Killarney, una animada localidad de tradición turística plagada de tiendas, pubs y restaurantes.

La ruta, que sigue una estrecha carretera que bordea gran parte de la costa, presenta algunas de las vistas panorámicas más impresionantes del país, tanto en la parte del itinerario propiamente costero como en el interior, por cuanto atraviesa el parque nacional de Killarney y sus célebres lagos, dejando a un lado los Macgillicuddy´s Reeks, los montes más elevados de Irlanda.

A lo largo de la ruta, es recomendable, y hasta obligado, hacer un alto en el camino sólo para contemplar con la debida tranquilidad los paisajes que se nos ofrecen, como también lo merece desviarse unos pocos kilómetros para visitar Staigue Fort, una curiosísima construcción circular datada más allá del primer milenio a.C. o la visita a las islas Skellig, siempre que el tiempo lo permita.

El parque nacional de Killarney.

Es uno de los más famosos destinos del turismo interno desde el siglo XIX, en el que ya era contemplado como un lugar de singular encanto natural.

Existen diversas rutas dentro del parque y, de hecho, cualquier opción permite disfrutar de paisajes memorables, pero cabe destacar la Torc Waterfall, una cascada de casi 20 metros de altura, o el ascenso al Gap of Dunloe, al que llega una carretera estrecha y serpenteante, desde el cual se disfrutan unas espectaculares vistas del parque.

La península de Dingle.

Esta recóndita región conserva bastante del sabor de la Irlanda rural y aislada, con escasos y diminutos pueblos, como Tralee y Dingle y también, como no podía ser menos, reúne una buena colección de paisajes de postal.

Entre las atracciones y lugares de interés de Dingle han de mencionarse:

Los Magharees, un arenal que separa las bahías de Brandon y Tralee, de orografía llana, y que, aparte de un espléndido paseo, incluye lugares de interés como un menhir situado junto a la playa de Scraggane.

Las Blasket Islands, unas pequeñas islas apenas habitadas en las que se puede comprobar de primera mano cómo sería la vida antaño en un pueblo pesquero del Oeste irlandés.

En definitiva, la costa sudoeste de la isla constituye posiblemente la región de mayor atractivo para el golfista que pretenda no sólo disfrutar de algunos de los links de mayor tradición y calidad, sino, a la vez, de las múltiples posibilidades de turismo y ocio que ofrece el contacto con la naturaleza.