Una visita a Dublín no puede faltar en cualquier viaje de golf, no ya a la costa Este, sino a la isla de Irlanda.
De este modo, aprovechando que la mayoría de vuelos internacionales a Irlanda tienen como destino la capital, es más que aconsejable reservar algún día para imbuirse en su sorprendente vitalidad.
Se trata de una ciudad acogedora, alegre y palpitante, y no ya sólo por el ambiente de sus pubs (lo que no la hace diferente de cualquier localidad irlandesa), sino por la animación de sus calles y parques, casi siempre amenizadas por artistas callejeros de excelente gusto.
Para palpar la atmósfera dublinesa es indispensable realizar el itinerario que, saliendo de O´Connell Street, pasa por la peatonal Grafton Street hasta llegar al céntrico parque Saint Stephen´s Green, deteniéndose, cómo no, en el famoso y centenario Trinity College.
Pero igualmente es recomendable separarse de los recorridos más manidos y perderse por los vericuetos de la ciudad, caminar por los márgenes del río Liffey, o bien dejarse caer por Temple Bar, la emblemática zona de pubs.
Otras visitas de interés pueden ser la fábrica Guinness, el Phoenix Park, o alguna de sus numerosas galerías y museos.